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Así es Puerto Vallarta, ya confirmado en los últimos años como un destino turístico capaz de competir por igual con los principales de México. La habilidad de Puerto Vallarta, es que al mismo tiempo que crece de un modo exponencial, en sus zonas históricas supo conservar ese ambiente pueblerino y encantador que le caracteriza.

Imagen Wonderlane

Puerto Vallarta, sobre la costa del Pacífico, en el estado de Jalisco, México, y muy a pesar de la belleza del lugar, nació como un característico pueblo de pescadores, para ser descubierta por el turismo masivo años después.

El comienzo del salto a la fama de Puerto Vallarta llega de la mano del cine, y la filmación de la película La noche de la iguana, un hito que proyectó las bellezas de la ciudad al mundo. El resto de la historia, es puro a puro crecimiento.

Imagen Christian Frausto Bernal

El paisaje, con ondulaciones, sierras y mucha vegetación, frente a la Bahía de Banderas, se ha visto un tanto alterado por el acelerado crecimiento de Puerto Vallarta. Sin embargo, el corazón de la ciudad, conserva mucho del antiguo pueblo. Las calles, son sinuosas y empedradas, con numerosas construcciones tan características de México. El centro se camina entre calles angostas, con fachadas pintorescas y alguna parroquia que recuerda los orígenes tranquilos del lugar. Hacia la costa, el famoso malecón, es el marco urbano para una costa extensa y variada, con numerosas playas de arena fina y aguas transparentes, sobre todo más “al natural” si nos alejamos del centro.

Las actividades a realizar en la ciudad son muchas, y aún, saliendo de ella, se puede practicar el ecoturismo en paisajes exuberantes, zonas de ruinas arqueológicas, practicar deportes al aire libre, o en el agua, senderismo y buceo. En cuanto al modo de llegar, Puerto Vallarta cuenta con aeropuerto, carreteras que unen con las ciudades importantes más cercanas, y sobre todo, un puerto capaz de recibir a cientos de cruceros cada año.