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Aunque resulte difícil de creer las mascotas también se deprimen. Se aíslan, tienen cambios de humor, se vuelven algo violentos y son situaciones a las que sueles atribuir algún malestar físico. Algunas veces sufren de inapetencia o por el contrario compulsión por la comida, somnolencia o falta de interés ante juegos y actividades gratificantes.

Existes razas que llegan a quitarse pelo al lamerse o morderse en forma compulsiva. En estos casos lo más común es que los perros cursen un cuadro de depresión.

Un equipo de investigadores comenzó a analizar la depresión canina como patología para encontrar explicaciones y remedios a este mal que aflige al mejor amigo del hombre.

Los especialistas afirman que existe alguna causa para las conductas erráticas de los animales. Como ocurre con las personas, las mascotas pueden haber sufrido algún episodio desagradable que guarden en su memoria y sea el culpable de estos cambios de humor.

Lo más probable es que este cuadro depresivo esté motivado por una falta de atención de los dueños, por sentirse excluido o por la llegada de una nueva mascota a la familia. En otros casos las mascotas se sienten solas, los perros se aburren y lejos de sentirse desplazados por otro animal necesitan un compañero para jugar.

Será entonces cuestión de poner especial cuidado y brindarle mayor atención a la mascota. Si estas actitudes sospechosas sólo son producto de una desatención es papel del dueño reparar el lazo con el animal. Si las situaciones de agresividad, alejamiento y malestar en la mascota persisten en el tiempo lo más aconsejable será recurrir a un especialista.