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Denominamos Literatura Medieval a aquellos hechos literarios que se generaron, fundamentalmente en Europa, durante la Edad Media. Datando cronológicamente podemos decir que el recorrido de la Literatura Medieval se llevó a cabo durante 1.000 años y su inicio se sitúa en la caída del Imperio Romano y su final en los inicios del Renacimiento a finales del siglo XV. La mayor parte de la Literatura Medieval se encuentra compuesta por libros de temática religiosa.

A resultas del largo periodo cronológico de la Literatura Medieval a la hora de hablar de la misma se suele caer en peligrosas simplificaciones. Un estudio más adecuado de la Literatura Medieval nos llevaría no a hablar de la misma en su conjunto sino a realizar un estudio de las obras literarias por su origen, lenguaje y género.

Un rasgo característico de muchas obras de la Literatura Medieval es que son anónimas. Esta falta de autor conocido se debe no tanto a la falta de documentos históricos que puedan desentrañar su autoría sino a la concepción que en la Edad Media tenían los autores, muy alejada de la consideración que a los mismos se dio durante el Romanticismo; este movimiento consideró a los autores como personajes especiales dotadas de unas cualidades casi divinas.

La mayor parte de las obras medievales se encuentran basadas en textos clásicos, cuando no los Padres de la Iglesia. Los autores de esta época se dedicaban a embellecer estilísticamente textos clásicos, tanto griegos como latinos. Los autores medievales, incluso cuando creaban obras originales, siempre atribuían las mismas a autores pretéritos, por lo cual muchas veces la autoría queda en entredicho.

Fuente: Wikipedia | Imagen: Reinante El Pintor de Fuego